La crisis económica que afecta al mercado europeo parece no dejar mella en el mundo de la moda.
Pese a la creciente inestabilidad en los mercados financieros, los millonarios que han logrado consolidarse continúan apostando por los diseños de la alta costura.
Con el inicio de la semana más importante en París, las expectativas son muchas.
Y es que la última Haute Couture parisina, cerró con los mejores números posibles: tanto Versace, como Dior, Chanel y Valentino, atribuían el aumento del 50% en los dígitos de sus cuentas de resultados al buen vender en sus respectivas divisiones de alta costura.
Justamente una de las poca firmas que pasó a tener beneficios en 2011, Versace, es la encargada de abrir la veda en esta concurrida edición otoño-invierno 2012/13 de la Semana de alta costura, el domingo.
La temporada pasada Donatella Versace volvía a presentar su línea Atelier en formato desfile pero esta segunda ronda es más especial si cabe por celebrarse en el hotel Ritz Carlton de París, el feudo de su hermano en la capital de la moda, y lugar en el que tuvo lugar el último desfile couture de la firma antes de su regreso en enero.
El show de Donatella contará con 25 vestidos que jugarán al antagonismo construcción/deconstrucción. Se da así por finiquitada la mise en place con la que nos hacía entrar en calor de cara a este verano.
La primera línea de joyería Versace Atelier acompañará además a estos diseños; serán dieciséis piezas elaboradas con diamantes amarillos, zafiros, esmeraldas o amatistas, montadas sobre oro rosa, el preferido de la diseñadora.
Dior será el plato fuerte de una jornada de lunes que despedirá el italiano Giambattista Valli.
A las 14.30 se desvelarán por fin los primeros diseños de Raf Simons para la maison. Falta saber si el formato elegido continuará preservando la esencia de la casa a través de una sencilla presentación en Avenue Montaigne -todo apunta a que estaban buscando nuevo enclave- o si el diseñador belga reiniciará su sistema operativo.
El martes será Chanel la firma que después de pasearnos por los jardines de Versalles, nos subirá o no al quinto cielo; tras Karl Lagerfeld podremos degustar las propuestas de Stéphane Rolland (cuyas creaciones se hicieron un hueco en la alfombra roja durante el pasado Festival de Cannes), Giorgio Armani Privé y Givenchy.
Aunque el miércoles sea jornada de cierre -Elie Saab, Jean Paul Gaultier y Valentino son los encargados de poner el broche final al calendario oficial- a la Chambre Syndicale de la Haute Couture, presidida por Didier Grumbach y aquella que decide quién participa o no en este encuentro, le han salido unos espontáneos en aguas mediterráneas que vienen a reforzar la ya de por sí potente presencia italiana en este campo: Dolce & Gabbana confirmaban la semana pasada que, después de un año de rumores y tras darle carpetazo a su línea joven, se embarcan en la alta costura.
Para su debut, programado el lunes 9 de julio en Taormina, Sicilia, han creado una minicolección que pondrán de largo ante un reducido grupo de clientas y sin prensa de por medio ya que, según el dúo de diseñadores, esta tímida incursión está concebida como banco de pruebas.
