Gary Hamel, no católico y experto en negocios adaptaó el discurso del papa Francisco sobre las 15 'enfermedades' que aquejan a la Curia Vaticana en una especie de 'examen de conciencia corporativo' para todo líder.
A continuación reproducimos el artículo "Las 15 enfermedades del liderazgo, según el Papa Francisco"
A continuación reproducimos el artículo "Las 15 enfermedades del liderazgo, según el Papa Francisco"
1.- La enfermedad de pensar que somos inmortales, inmunes o de alguna forma indispensables.
Para Hamel "el líder de un equipo que no es crítico consigo mismo y que no está al día con las cosas, que no busca adecuarse, es un cuerpo enfermo", padece una "patología del poder y viene de un complejo de superioridad, de un narcisismo que mira apasionadamente la propia imagen y no ve el rostro de los otros, especialmente los más débiles y los más necesitados. El antídoto a esta plaga es la humildad, para decirlo más sentidamente: ‘soy simplemente un servidor. He hecho lo que era mi deber’".2.- Otra enfermedad es el excesivo "busyness"(operosidad).
Afecta a los que están inmersos en el trabajo y se niegan la oportunidad del descanso, conduce al estrés y a la agitación. "Un tiempo de descanso para los que han completado su trabajo es necesario, obligatorio y debe ser tomado seriamente: pasando tiempo con la familia y respetando los feriados (festivos) como momentos para recargarse".3.- Luego está la enfermedad mental y (emocional) de la "petrificación".
Hamel alude a los líderes de corazón de piedra, "aquellos que con el tiempo pierden su serenidad interior, ya no están alertas ni son desafiantes, y se esconden bajo una pila de papeles, convirtiéndose en administradores de papeles y no en hombres y mujeres de compasión. ¡Es peligroso perder la sensibilidad humana que permite llorar con los que lloran y alegrarse con los que se alegran!".4.- La enfermedad del excesivo planeamiento y funcionalismo.
Afecta al líder que planea todo hasta el último detalle y cree que con el planeamiento perfecto las cosas estarán en su lugar. Ese líder, para Hamel "se vuelve un contador o un administrador de una oficina. Las cosas deben prepararse bien, pero sin caer en la tentación de eliminar todo tipo de espontaneidad, que es siempre más flexible que cualquier planeación humana".5.- La enfermedad de la pobre coordinación.
Se evidencia cuando "los líderes pierden el sentido de comunidad entre ellos" y el cuerpo "pierde su funcionamiento armonioso y su equilibrio". "Sus miembros no trabajan juntos y pierden el espíritu de camaradería y de trabajo en equipo".
6.- Está también la enfermedad del "Alzheimer en el liderazgo".
"Consiste en perder la memoria de los que nos nutrieron, fueron nuestros mentores y nos apoyaron en nuestro camino", explica Hamel.7.- La enfermedad de la rivalidad y la vanagloria.
"Cuando las apariencias, nuestras gratificaciones y nuestros títulos se convierten en el objeto primario de la vida, nos olvidamos de nuestro deber fundamental como líderes", advierte Hamel y recuerda que los líderes tienen que mirar no solo sus propios intereses sino también los intereses de los demás.8.- La enfermedad de la esquizofrenia existencial.
De los que viven una doble vida, "el fruto de la típica hipocresía del mediocre y del vacío progresivo emocional que ningún logro o título puede llenar. Es una enfermedad que con frecuencia golpea a los que no están directamente en relación con los clientes y los empleados ‘ordinarios’ y se restringen a los asuntos burocráticos, perdiendo así contacto con la realidad, con la gente concreta".9.- La enfermedad del chisme, del cotilleo y las habladurías.
"Esta es una enfermedad grave que comienza simplemente o incluso con una pequeña conversación y toma a una persona, haciéndola ‘sembradora de mala hierba’ y en muchos casos, un asesino a sangre fría del buen nombre de los colegas".10.- La enfermedad de idolatrar a los superiores.
Para Hamel "esta es la enfermedad de los que cortejan a sus superiores con la esperanza de ganar su favor. Son víctimas del carrerismo y del oportunismo, dan honores a personas (en vez de a la misión más amplia de la organización). Piensan solamente en lo que pueden obtener y no en lo que pueden dar, son personas de mente pequeña, infelices e inspiradas solo en su propio egoísmo letal".
11.- La enfermedad de la indiferencia con los otros.
Cuando el líder "piensa solo en sí mismo y pierde la sinceridad y la calidez de las relaciones humanas (genuinas)". "Cuando la persona con más conocimientos no se pone al servicio de los colegas que menos saben, cuando se aprende algo y se guarda solo para uno mismo en vez de compartirlo de una manera que ayude a otros, cuando por los celos o el engaño uno se alegra por ver caer a otros en vez de ayudarlos o alentarlos".12.- La enfermedad del rostro abatido.
"Esta enfermedad se ve en las personas sombrías y adustas que piensan que para ser serios hay que poner cara de melancolía o severidad, y tratar a otros - especialmente a los que se considera inferiores - con rigor, brusquedad y arrogancia", advierte el autor y sugiere al buen líder "esforzarse por ser cortés, sereno, entusiasta y alegre, una persona que transmita alegría por donde pasa". "Un líder nunca debe perder el espíritu de humor, alegre e incluso autocrítico que hace a la gente amable incluso en las situaciones difíciles. ¡Qué beneficiosa es una buena dosis de humor!"13.- La enfermedad del acaparamiento.
Del líder que trata de llenar un vacío existencial acumulando bienes materiales para sentirse seguro. "El hecho es que no vamos a poder llevarlos con nosotros cuando dejemos esta vida ya que ‘la sábana al viento no tiene bolsillos’ y todos nuestros tesoros nunca podrán llenar ese vacío. En vez de eso solo lo harán más profundo y más exigente. ¡Acumular bienes solo carga e inexorablemente aletarga el camino!"14.- La enfermedad de los círculos cerrados.
Cuando pertenecer a un grupo se hace más poderoso que la identidad compartida. "Con el paso del tiempo esclaviza a sus miembros y se hace un cáncer que amenaza la armonía de las organizaciones y causa un gran daño, especialmente a los que tratamos como externos a los círculos".15.- Finalmente: la enfermedad de la extravagancia o el exhibicionismo.
Cuando "un líder convierte su servicio en poder y lo usa para ganar cosas materiales o para adquirir más poder. Esta es la enfermedad de personas que insaciablemente tratan de acumular poder y para este fin están dispuestas a engañar, difamar y desacreditar a otros, y que se ponen en exhibición para mostrar que son más capaces que otros".+ Tomado de Aciprensa/Harvard Business Review
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