Vestidos con traje blanco y faja roja, sacerdotes mayas encendieron este viernes el fuego sagrado en las majestuosas ruinas de Tikal en el norte de Guatemala y Copán Ruinas en el occidente de Honduras y rogaron por tiempos mejores, sin discriminación ni racismo, durante la bienvenida de una nueva era de 5.200 años en su calendario.
Ajenos a las interpretaciones apocalípticas que hablaban del fin del mundo y reunidos alrededor de un circulo en el centro de la Plaza Mayor de Tikal (550 km al norte de ciudad de Guatemala) los sacerdotes agradecieron al Creador y Formador por este único momento de sus vidas.
En Copán Ruinas, las ceremonias fueron realizadas en el nuevo sitio arqueológico Rastrojón, asentamiento dedicado a la clase guerrera y que se encuentra contiguo al Hotel Clarion Posada Real de Copán .
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