Jennifer Lawrence, una de las estrellas que más brilló en los premios SAG, sorprendió al mundo cuando su vestido Christian Dior pareció haberse rotó.
Sin embargo, de acuerdo a la casa de modas no se trató de un desperfecto si no más bien de un efecto ¿óptico?
Así lo ha afirmado la famosa casa de modas en un comunicado que emitió tras el lamentable incidente.
Y es que un vestido descosido está lejos de la imagen que la marca quiere vender al público.Incluso, afirmaron que la manera en la que se camina por la pasarela es diferente a la de la realidad, por lo que de no haber tenido que subir las escaleras para recoger el galardón, nunca habría parecido que el vestido se rompía.
La propia Jennifer sembró de nuevo la duda al comentar que no volvería a ver las imágenes del momento por vergüenza y que, efectivamente, su vestido, diseño de Raf Simons, se había quedado enganchado.