Una vez más, Jean Paul Gaultier mostró su indudable talento y capacidad de aunar moda y show business en una colección de alta costura cargada de un siniestro espíritu andrógino, con el humor que le caracteriza, y que contiene gran parte de sus mejores hits.
El diseñador francés hizo suyas las referencias de Natalie Portman en Black Swan convirtiendo a sus modelos en nuevas bailarinas. Un ejemplo claro consistía en un outfit 'nuevo ejecutivo' que incorporaba una falda sastre de línea A con forro de plumas, una entallada chaqueta corta con faldón y unos zapatos con cintas que bebían de la disciplina del ballet.
Bustiers excesivos, abrigos largos semitransparentes -con solapas de pelo rasurado e inspiración afterdark- son algunos de los componentes de las piezas más exquisitas que surgen de su atelier.
Fuente: Vogue.es