Seguro le recuerdas por alguno de sus roles en series como El Mundo en Llamas de la BBC o en películas como Once Upon a Time in Staten Island de James Demonaco y La canción de los nombres olvidados de François Girard. Entre sus créditos también figuran sus roles en Mujercitas (2017), Ashes in the Snow, Old Boys y Regreso a Howards End.
Hauer-King nació hace 27 años en Londres, hijo de padre británico y madre estadounidense. Además de la actuación se graduó en la Universidad de Cambridge con un título de primera clase en teología y estudios religiosos en 2017.
Entre sus talentos está el canto, de ahí que lo escucharemos interpretar algunos de los temas, entre clásicos y nuevos, que se integran a esta nueva versión de La Sirenita que se estrena este 25 de mayo en los cines hondureños.
¿Cómo obtuviste el papel de Eric?
Recibí un correo electrónico de mi agente en el que me decía que estaban haciendo una nueva versión de LA SIRENITA y me preguntaba si quería audicionar. Esta es una de las películas que significó mucho para mí cuando era niño, y sabía que iba a ser una superproducción, así que decidí mandar un video de mí mismo y ver qué pasaba. A partir de allí, fue un proceso de seis meses de audiciones. Me había quedado totalmente sin voz el día anterior a mi primera reunión con Rob Marshall, lo que me pareció muy apropiado para la película (ya que se relaciona con Ariel), pero él estuvo encantador y muy amable, se apiadó de mí y me hizo ir a cantar varias semanas después, y lo hice, y luego tuvimos una audición final con vestuario y maquillaje en el extraordinario set que habían construido. Allí fue cuando conocí a Halle y trabajé con ella.
Fue una experiencia tan extraordinaria que pensé, bueno, si no me dan el papel, igual valió la pena. Un par de días después, recibí un llamado telefónico de un número desconocido. Atendí y escuché una voz que decía: “Hola, habla Rob Marshall. Querría hablar con el príncipe Eric”. Y yo dije: “¿Cómo? ¿Qué?”. Y él me dice: “Es tuyo, el papel es tuyo. Ve a celebrarlo. Te queremos. Nos vemos pronto”. Corté y 15 minutos después comencé a cuestionarme genuinamente si eso había pasado de verdad, así que le mandé un mensaje de texto al número diciendo: “¿Usted me llamó y me ofreció el papel o me lo imaginé?”. Y Ron me contesta: “Sí, zoquete, fue real”. Probablemente estaba pensando: “¿Quién es este tonto al que acabamos de contratar?”.
¿Cómo describirías al príncipe Eric y su relación con Ariel?
Eric es una persona buena y compasiva, y al mismo tiempo tiene un gran sentido de la aventura y tiene un espíritu libre. Pero cuando lo vemos por primera vez, está bastante perdido. No sabe quién es y hay algo de inquietud y de preocupación en su interior. Creo que es por eso que le atrae tanto el mar. Le atrae lo desconocido y lo que hay en el mundo, más allá de lo que tiene alrededor. No le gustan los altos muros del castillo y lo que representan, y está aprendiendo sobre sí mismo y convirtiéndose en una versión de sí mismo más evolucionada, en parte por haber conocido a Ariel.
Ariel es la primera persona que conoce con quien puede sentirse plenamente identificado y con quien tiene un espíritu afín. Se siente él mismo por primera vez. Se siente equilibrado y satisfecho, y la comprende porque ellos tienen mucho para ofrecerse mutuamente. Los dos son curiosos y quieren aprender el uno del otro, ese es un aspecto muy hermoso de la relación. Ariel quiere escuchar a Eric hablar de todas las cosas raras que vio en sus viajes por el mundo y mirar todos los mapas. Los dos sienten con el otro una sensación de pertenencia que los tranquiliza. Creo que esa es una parte muy importante de la historia de él y de su arco narrativo: entender quién es él realmente y en quién se quiere convertir. La química entre ellos parece estar encendida por la aventura, pero también se divierten mucho juntos y se hacen reír; se sienten muy cómodos el uno con el otro.
¿Hubo entrenamiento para los actores antes de que comenzara el rodaje?
Hubo muchos. Hubo entrenamiento de carruajes, de escenas de riesgo, con perros, de remo, de navíos, de buceo y en el gimnasio. Fue parte del proceso de ensayo de tres meses y fue como un mini campo de entrenamiento militar. Trabajábamos con Rob Marshall a la mañana, en los personajes y en la historia, y luego corríamos a aprender cómo usar un tanque de buceo, luego corríamos a aprender cómo hacer nudos. Fue divertidísimo.