La duquesa de Cambridge sufrió la mañana del domingo un pequeño inconveniente con sus tacones cuando uno de ellos quedo encajado en una rejilla.
Kate se encontraba junto a su esposo el príncipe William, quien pasaba revista a las tropas.
El duque de Cambridge, quien la sostenia para evitar que se cayera, no pudo evitar reirse de la peculiar situación mientras ella intentaba liberar el zapato sin descalzarse.
La anécdota, que podía haber acabado con la Duquesa por los suelos, se ha producido durante el tradicional desfile de San Patricio que se ha celebrado esta mañana en Londres.
Cuando la Duquesa se ha dado cuenta de que no podía seguir caminando ha actuado de forma totalmente natural agachándose para sacar el rebelde tacón de la rejilla.
esta ha sido la primera ocasión en la que hemos podido observar de forma muy clara la incipiente barriguita de la Duquesa, quien ha elegido un abrigo verde con un corte por debajo del pecho.