El COVID-19 ha cobrado la vida de más de 112.500 personas y contagiado 1,8 millones en todo el planeta. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que es necesaria la puesta a punto de una vacuna 'segura y eficaz' para interrumpir totalmente su propagación.

'Sabemos que el COVID-19 se propaga rápidamente y sabemos que es letal: 10 veces más que el virus responsable de la pandemia de la gripe de 2009' A(H1N1), declaró el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Estados Unidos es el país más golpeado con más de 22.000 muertes -unos 10.000 en el estado de Nueva York- y casi 560.000 casos, mientras Europa, el continente más afectado, supera los 80.000 muertos y se acerca al millón de contagios.
'Lo peor ya pasó si seguimos siendo inteligentes de ahora en adelante' respetando las medidas de confinamiento, advirtió el gobernador Andrew Cuomo. 'Pero si hacemos alguna idiotez, veremos las cifras remontar mañana', agregó.
Segundo más golpeado, Italia reportó este lunes 566 nuevos decesos en las últimas 24 horas y llegó al total de 20.465 muertos, según el último balance oficial, que muestra un descenso de pacientes en cuidados intensivos por décimo día consecutivo.

'Hay señales positivas pero el número de muertos es todavía alto', comentó Giovanni Rezza, miembro del Instituto Superior de Salud (ISS).
España, el tercero más castigado por el virus, registró en las últimas 24 horas 517 fallecidos, con lo que suma 17.489 muertos. Además de una caída en el número de decesos, observó un descenso en los contagios diarios, el más bajo desde el 20 de marzo, y cuyo total es de 169.496.

Tras una paralización de dos semanas, este lunes se reanudaron actividades en sectores económicos no esenciales, principalmente en la construcción e industria, pese a que sigue vigente el confinamiento de los 47 millones de españoles y el gobierno pide mantener las medidas de distanciamiento social.
El gobierno empezó a distribuir 10 millones de mascarillas a las personas obligadas a tomar el transporte público para regresar al trabajo.

Eso 'viene bien a algunas (personas) porque en las farmacias no venden, porque no hay, y algunas van sin protección y es un peligro para la demás gente', dijo a la AFP Blanca Cisneros, empleada de una residencia de ancianos, en la madrileña estación de Atocha, donde se ven pocos usuarios.
En cambio, la vuelta al trabajo sigue estando fuera del orden del día en otros países, como Francia, que con 547 nuevos decesos roza ya los 15.000 muertos (de más de 132.00 casos), aunque también observa 'una caída muy leve' en el número de pacientes en cuidados intensivos.
El presidente, Emmanuel Macron, extendió el confinamiento hasta el 11 de mayo. 'La epidemia comienza a marcar el paso' en la vida de los franceses, dijo el mandatario en una alocución televisada.

El Reino Unido también registró una leve baja en los decesos diarios este lunes, notificando 717 fallecidos, con un total de 11.329 decesos. Tras haber estado en cuidados intensivos en el hospital, el primer ministro, Boris Johnson, se recupera del coronavirus en su residencia campestre, mientras su gobierno estudia la eventual extensión del confinamiento.
En Alemania, no obstante, donde la COVID-19 había causado hasta este lunes 2.799 fallecidos y el ritmo de contagios parece haberse frenado, se respiraba un ambiente distinto.
Los científicos que asesoran al gobierno de Angela Merkel recomendaron una vuelta a la normalidad 'por etapas' si se confirma que las cifras de contagios 'se estabilizan a un nivel bajo' y si 'se mantienen las medidas de higiene'.