Otra notable diferencia entre ambas ha sido el tiempo de espera para presentar a los bebés. Kate mostró a su primogénito a tan sólo horas de haber dado a luz y con su pequeño entre brazos revelando ahí mismo el nombre de su bebé, mientras que la duquesa apareció dos días después. Sus intenciones siempre fueron tener un parto íntimo y se especula que tuvo al pequeño Archie desde hace días y hasta ahora lo presentan.

Otra notable diferencia fue que Kate presentó a sus bebés frente al hospital donde nacieron, pero Meghan y Harry lo hicieron dentro del Castillo Windsor en el St George’s Hall.
Y por último, pero no menos importante, Kate lució impecable, con un maquillaje y cabello arreglado, mientras que Meghan lució bastante 'normal' para la ocasión, con estado de post parto, algo que ha dado de que hablar.