Como ya es costumbre, cada año la familia real británica se viste de gala y prepara sus mejores tocados para disfrutar junto a todo el reino Unido del legendario circuito de carreras de caballos Royal Ascot en Berkshire.
Ni la lluvia que suele caer durante esta celebración pudo opacar este evento fundado en 1711 por la reina Ana y que conmemoró sus 301 años de esplendor, moda y tradiciones firmemente intactas.
Considerada la mejor carrera de caballos del mundo, Royal Ascot es un espectáculo excepcional en el que el Día de las Damas, las mujeres lucen sombreros desde los más elegantes hasta los más excéntricos.