El príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II de Inglaterra, salió el lunes en la mañana del hospital de Aberdeen, en Escocia, donde pasó cinco días a causa de una recaída en la infección urinaria que contrajo en junio.
El duque de Edimburgo, 91 años, salió a pie del hospital poco antes de las 10H00 GMT y luego subió a un vehículo privado, según las imágenes transmitidas por canales de televisión británicos.
El príncipe Felipe, muy sonriente, estrechó la mano de varios miembros del personal del hospital que se había reunido en la escalera para despedirlo.
'Es un buen paciente', declaró Denise Webster, jefa de enfermeras del hospital.
'Al despedirse nos dijo que iba a aprovechar el resto de sus vacaciones', agregó Webster.
Durante su hospitalización, el príncipe Felipe no recibió visitas pero se mantuvo en contacto telefónico con su familia y allegados, se informó.
El marido de la Reina, hospitalizado el miércoles pasado, había sido trasladado en ambulancia desde la residencia estival de Balmoral, en Escocia, donde pasaba las vacaciones con una parte de la familia real.
Se trata de la tercera hospitalización en los últimos ocho meses.
A comienzos de junio había sido hospitalizado por esa infección urinaria después de haber pasado varias horas parado bajo la lluvia, durante el gran desfile náutico sobre el Támesis organizado para festejar el jubileo de la soberana.
Esa infección le impidió participar en las siguientes celebraciones de los 60 años de reinado de su esposa.
En diciembre pasado también inquietó a la familia real, cuando tuvo que ser operado por una obstrucción en una arteria coronaria.
La hospitalización mientras se divertía en una fiesta en Las Vegas.