¿Qué es lo primero que se te viene a la mente si mencionamos a Jennifer López? Tal vez sea su exitosa carrera musical o su gran presencia en escena, pero, seamos honestos, también podrías visualizar su extraordinario cuerpo curvilíneo. Con 52 años, esta estrella se ha ganado el título de las mujeres más sensuales de Hollywood, y por eso tiene millones de enamorados alrededor del mundo. Ahora, ¿qué pasa si te decimos que por tener esa figura la artista pensó en renunciar?
“Ser rubia, alta y delgada”
J.Lo inició su carrera de bailarina de respaldo para los New Kids on the Block en 1991. Más tarde, llegó a formar parte de In Living Color, antes de lanzar su carrera como actriz. Durante esa época, la popularidad de las supermodelos estalló, y personajes como Naomi Campbell, Linda Evangelista, Kate Moss, Christy Turlington y Cindy Crawford eran consideradas las “it girls” del momento. “Cuando comencé a trabajar, el ideal de belleza era muy delgada, rubia, alta, sin muchas curvas”, aclaró la modelo en su nuevo documental de Netflix, Halftime.
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“Crecí rodeada de mujeres con curvas, así que no fue nada de lo que me avergonzara”, siguió. “Fue difícil, cuando piensas que la gente piensa que eres una broma, como un chiste. Hubo muchas veces en las que pensé, creo que simplemente voy a renunciar”.
Jennifer López: un éxito total
Pero su perseverancia la hizo seguir adelante y, después de varias películas poco exitosas y con malas críticas, en 1996 fue seleccionada para interpretar a Selena en la cinta del mismo nombre, la que se lanzó un año después y fue un boom en taquilla. Desde entonces, ha tenido una carrera fructuosag, tanto en el cine como en la música. “Tenía que descubrir realmente quién era yo. Y creer en eso y no creer en nada más”, comentó J.Lo en la cinta. ¡Bien por ti, Jen!
