Lo que todos esperaban
No todas las dietas funcionan igual en todos los cuerpos. Por eso, a continuación te mostraremos algunos alimentos con efectos saciantes y principalmente idóneos para adelgazar.
Legumbres: Los guisantes, garbanzos y lentejas poseen alto contenido proteico que hace que el cuerpo gaste más energía para digerirlos y acelerando el metabolismo en unas cuantas semanas. Asimismo, te ayudan para la flora bacteriana puesto que contienen una gran cantidad de fibra y almidón.
Frutas: Las manzanas, las fresas, el kiwi, la papaya, la pera y el limón son algunas de las frutas que contienen vitaminas, fibras, minerales y agua, lo cual provoca un efecto saciante en el organismo. Además, mejoran la digestión y evitan la retención de líquidos permitiendo que el cuerpo pierda peso y volumen.
Verduras: El brócoli, la coliflor, el repollo y las coles de Bruselas contienen una alta cantidad de fibra y son muy saciantes debido a su contenido proteico, perfectos para bajar de peso sin que mueras de hambre.
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Huevos: Estos son perfectos si de bajar de peso se habla, ya que gracias a que poseen proteínas y grasas saludables, ayudándole al cuerpo a saciar el hambre. Y aunque no lo creas, nuevos estudios aseguran que el huevo no eleva los niveles de colesterol. Así que no tengas miedo de incluirlos en tu dieta.
Frutos secos: Para poder aprovechar todos sus beneficios, estos frutos deben consumirse crudos o tostados y, por supuesto, consumirlos sin abusar de ellos. Asimismo, son ricos en hierro, selenio y zinc, y poseen grasas insaturadas perfectas para la salud cardiovascular.
Pescado: El salmón y el atún son bajos en calorías, altos en proteína y ricos en grasas saludables, al igual que las sardinas, perfectos para ser agregados a tu dieta de adelgazamiento.
Yogures: con múltiples beneficios para la salud, el yogur es uno de los alimentos que pueden saciar el hambre, ideales para adelgazar ya que reducen el riesgo de que padezcas de obesidad.
Agua: No podemos dejar por fuera uno de los elementos vitales del ser humano; consume suficiente agua para acelerar el metabolismo, pues aumenta el volumen gástrico y produce una sensación de saciedad.
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