Puedes estar impecablemente vestido pero si los demás perciben cierto hedor, tu imagen va al muere. No por nada el mercado está saturado de productos que ayudan a disminuir o eliminar el mal olor de la transpiración. Infinidad de marcas, tamaños, fragancias, precios y colores, en aerosol, stick, gel y roll-on nos hacen a veces dudar al momento de comprar.
El tema es que queremos uno, solo uno que satisfaga nuestras necesidades: controlar el aroma desagradable con poco o nada de perfume para no saturar las papilas olfativas al sumar nuestro eau de toilette o eau de parfum favorito. Simple como eso. (Y pensando que en otras latitudes utilizan solo jugo de lima y vinagre para sentirse frescos y combatir esos aromillas).
Recordemos que la transpiración, conocida como sudor, es una herramienta que nuestro cuerpo tiene para regular la temperatura, refrigerarse y eliminar toxinas. No hace falta hacer mucho ejercicio físico para evidenciarlo. También puede ser una respuesta física a la estimulación y el miedo, ya que estos estímulos aumentan la excitación que el sistema nervioso ejerce sobre las glándulas sudoríparas.
En contra de lo que se cree no es el sudor en sí lo que realmente huele mal. Generalmente es inodoro y luego de un tiempo se descompone en algo embarazoso debido a algunas bacterias que prosperan en entornos calientes.
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Por eso, antes de alarmarnos por el sudor y su aroma, debemos evaluar y controlar nuestra rutina para mejorar nuestra calidad de vida. Piensa en…
- Hábitos de higiene: el baño o ducha diaria es vital, usa un jabón de acuerdo al PH de tu piel y una toalla limpia. No solo te sentirás mejor, sino que demostrarás respeto por quienes compartirán tu espacio. No olvides el desodorante, aunque si quieres probar los naturales, te encantarán. Talco para los pies y calzado, y para las axilas… prueba bicarbonato de sodio con limón por las noches durante 10 minutos y luego enjuaga antes de irte a dormir.
- Vestimenta: la ropa también influye sobre tu aroma corporal. Revisa y huele cada prenda que saques del closet antes de ponértela. Recuerda comenzar por el estado de tu ropa interior.
- Buena alimentación: aléjate de las comidas muy condimentadas, las frituras, el exceso de sal, ajo y cebolla, además de las grasas, el cigarrillo, la cafeína y el alcohol. Incluye a tu dieta mucha agua, vegetales, semillas, frutas y no olvides el ejercicio físico. En conjunto lograrás un combo saludable.
- También puede deberse a desequilibrios hormonales, algo de estrés (¿quién no?) y algunos medicamentos.
Como verás no hace falta ser Bárbara Blade, ni que te desplaces de liana en liana por Paris o Marruecos, o luches contra los piratas para demostrar que, hoy más que nunca, puedes hacerle frente al sudor.
Y tú, conoces algún secreto para combatir el mal olor corporal?