Cada área de la casa revela la pasión de Jacobs por el arte en todas sus manifestaciones. Antigüedades, valiosas pinturas contemporáneas, muebles art deco de suntuosos tejidos, piezas de los 70, originales lámparas y alfombras de seda son algunos de los elementos que destacan en un perfecto orden.
Y es que si hay algo evidente en esta casa es la personalidad meticulosa y el buen gusto de su propietario. Desde que cruza el foyer, el visitante descubre la armonía perfecta entre espejos antiguos, muebles del siglo XX de diversos estilos, lámparas de piso y objetos refinados que marcan el carácter de la casa.
Aunque asegura que no es partidario de un estilo o un concepto particular, Jacobs dice que en lo que respecta a la estética de su casa solo quiere rodearse de cosas que ama genuinamente y que se combinan entre sí sin parecer una galería o un set de decoración.
Fotografías de Francois Halard para Architectural Digest