Rutina de noche para despertar con un rostro fresco e hidratado

Muchas veces cuando no cuidamos nuestra piel de la manera adecuada se refleja el cansancio, resequedad, incluso hasta nuestras emociones negativas. Es por eso que debemos aprender a cuidarla en todo momento.

Es necesario conocer las características de la piel y sus necesidades, para esto es fundamental el cuidado nocturno pues es durante la noche cuando nuestra piel se repara de los daños que sufrió durante el día y se prepara para una nueva jornada.

Rutina por la noche

Para quienes tienen su piel reseca o presentan poros abiertos lo mejor será utilizar una mascarilla preparada con aloe vera y pepino, esto ayudará a refrescar y desinflamar nuestra piel.

Para prepararla bastará con combinar medio pepino triturado, asegurándonos que no contenga cáscara ni semillas, luego agregaremos dos cucharadas de gel de aloe natural. Lo aplicaremos sobre el cutis limpio y seco y dejaremos que actúe durante 15 minutos; se enjuaga y se debe repetir este proceso cada tres días durante un mes.

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Otra opción muy recomendada es la mascarilla de avena y miel ya que cuenta con propiedades limpiadoras y purificantes, además alivia la piel enrojecida.

Su preparación es muy fácil pues solo debes mezclar una cucharada de avena, una de miel y media cucharadita de agua. Aplica la mezcla en el rostro y déjala actuar durante 20 minutos, luego procura enjuagar minuciosamente con abundante agua fresca.

Si deseas una hidratación aún más profunda puedes mezclar medio aguacate triturado con una cucharada de miel. Lo aplicas en tu rostro y lo dejas entre 10 y 20 minutos, enjuaga con mucho cuidado de manera que no quede ni un rastro del producto. Esta mascarilla es ideal para quienes tienen la piel demasiado seca.

Mascarillas para dejarla durante toda la noche

La mejor opción para dejar durante toda la noche es la mascarilla de aceites. Su preparación consiste en media cucharadita de aceite de oliva, media cucharadita de almendras y media cucharadita de ajonjolí. Aplica solamente una capa fina con un algodón y evita el contorno de ojos, debes retirarla con agua tibia cuando te despiertes.

También puedes optar por utilizar la mascarilla de aloe vera, leche y aceite de oliva. Mezcla dos cucharadas de gel de aloe vera, una cucharada de aceite de oliva y 2 cucharadas de leche en polvo hasta lograr una pasta. Aplícala en el rostro dando suaves masajes circulares, retírala por la mañana con agua fresca.