Andrea Arauz: La voz del cine en Centroamérica

En la industria cinematográfica centroamericana destaca Andrea Arauz, una joven cineasta que ha alzado la voz por los derechos humanos mediante el arte audiovisual. Residente en Honduras y productora ejecutiva de Aurora Studio, Andrea Arauz posee un Máster en Cine Documental de la reconocida Escuela de Cine de Barcelona (ECIB). Así mismo, se destaca en diversas áreas como edición de video, animación 2D y producción para diversas marcas en Honduras e internacional.

Su inspiración se nutre de la búsqueda de la verdad, de dar voz a aquellos acontecimientos silenciados y olvidados en nuestra sociedad. Este compromiso la llevó a obtener la beca Logan Nonfiction Program 2021 en Estados Unidos con su primer largometraje “Silencios de una Revolución”, una obra que busca comprender la situación actual de Nicaragua mediante la revolución de 1979.

Entre sus logros más recientes, destaca su cortometraje documental “Cuerpos Vivos”, el cual ha sido seleccionado en más de 10 festivales internacionales de cine, entre ellos el Festival Internacional de Cine con Medios Alternativos FICMA, Cinemaking International Film Festival 2022, Cine En Femenino Festival de Colombia, Porto Femme International Film Festival 2023 y Women’s Film Festival Demakijaż 2022, por mencionar algunos.

Esta impactante obra de 17 minutos, relata la cruda realidad de la violencia que viven las mujeres en Honduras y ha sido merecedor del prestigioso Premio Especial del Jurado en la categoría Experimental en el 6th International Women Filmmakers Festival de Turquía, consolidando así la excelencia de su obra.

No podemos dejar de mencionar otras notables obras anteriores de Andrea Arauz, que incluyen “Despertar” (cortometraje de ficción realizado para la Iniciativa Spotlight y ONU Mujeres en Honduras), “Pastel de Cumpleaños” (cortometraje de ficción realizado en Costa Rica y Honduras) y “Privados de Libertad” (cortometraje documental en Honduras). Además, su destacado trabajo de montaje en el cortometraje “Santitos” le valió el reconocimiento en el Festival Internacional de Cortometrajes El Heraldo en 2016 y el premio al Mejor Cortometraje Internacional en el Miami Fest Best Shorts Worldwide en 2018.

Su compromiso con la verdad y la justicia ha posicionado a Andrea como una figura inspiradora, y esperamos que su talento siga impactando públicos. En esta ocasión, tenemos el privilegio de conocer el corazón creativo de Andrea Arauz y explorar su pasión por contar historias a través del cine.

ESTILO: ¿Cómo describirías tu personalidad en tres palabras?

Creativa, rebelde, independiente.

ESTILO: ¿Cómo crees que se refleja en tu trabajo como cineasta?

Creo que mi parte rebelde me ha ayudado a buscar mis sueños, a no quedarme sentada y hacer lo que la sociedad tradicional espera de mí. Todo lo que he logrado y quiero lograr va conectado con mis ganas de ser creativa, tanto en cine como en mis diferentes proyectos. Definitivamente, sentirme independiente y rebelde como mujer en un país que es más tradicionalista es sentirme poderosa y capaz de lograr mis sueños.

ESTILO: ¿Recuerdas el momento específico en el que descubriste tu pasión por el cine?

Crecí viendo documentales con mi papá y eso marcó mucho mi lado de lucha social. Tenía ganas de transformar todo lo que quería decir sobre derechos humanos de alguna forma, pero fue hasta que me gradué de secundaria que mi mejor amigo me dijo: “¿Y por qué no estudias cine?”. Nunca se me cruzó por la mente hasta ese momento. No sabía que se podía estudiar esa carrera en Centroamérica. Aunque no comencé a estudiar cine de inmediato, no dejé de buscar la forma de lograrlo.

ESTILO: ¿Cuál fue la mayor lección que aprendiste durante tus primeros años en el cine?

Honestamente, considero que aún estoy en mis primeros años, me falta mucho por aprender. Además, hay colegas en la industria que llevan muchos años luchando por el cine en el país. Sin embargo, estos primeros años han sido fundamentales para buscar mi voz y mi estilo en el cine. También he trabajado en la creación de un espacio seguro donde mis amigos y colegas podamos apoyarnos mutuamente.

ESTILO: ¿Qué significa para ti ser centroamericana, cómo definirías esta identidad y de qué manera influye en tu trabajo y en las historias que eliges contar a través del cine?

Muchas gracias por preguntar esto. Amo ser centroamericana y desde chiquita lo digo con mucho orgullo y respeto. Tuve el privilegio de crecer en varios países y de conocer a mis antepasados a través de mis parientes. Esto me ayudó a construir una conciencia social por cada país. Estoy pendiente de cada problema social, político, económico y sobre derechos humanos porque me preocupa el futuro, y lo quiero transmitir en mi cine. Siento que el cine tiene el poder de sensibilizar muchos temas complejos y ayudar a crear empatía en las audiencias.

ESTILO: ¿Alguna vez dudaste de escoger la carrera de cine?

Creo que todo colega que trabaja en alguna área del cine siempre va tener momentos de crisis existencial. Y en mis momentos más depresivos me he preguntado si voy por el camino correcto.

ESTILO: ¿Qué factores o pensamientos te llevaron a cuestionarte y cómo superaste esos momentos de indecisión?

Muchos factores personales. Pero la parte de sostenibilidad económica en el país es algo que siempre me afecta mucho. Ser emprendedora y cineasta es un reto, faltan muchos años para que sea una industria sostenible, pero vamos en ese camino gracias al trabajo de muchas personas. Creo que es importante tener un sistema de amigxs que te cuiden y te apoyen en las buenas y las malas. Sin esas personas que me empujan a salir adelante no sería la misma persona que soy ahora.

ESTILO: ¿Cuál fue el momento crucial en tu carrera en el que sentiste que estabas alcanzando tus metas como cineasta?

Siendo súper honesta, me faltan muchas metas que tengo en mis planes y que me tomarán bastantes años, y de paso soy muy autocrítica de mi trabajo. Siempre me digo que pude haberlo hecho mejor. Te lo comparto porque sé que muchas mujeres tenemos el síndrome del impostor, y crecer en una sociedad que te quiere meter en cajas de etiqueta por tu género es un desafío mental para muchas mujeres que tienen muchos sueños por alcanzar.

Pero justo en este momento de mi vida estoy muy feliz por Cuerpos Vivos, por la empatía que ha creado en muchas audiencias en varios países. Que una historia hondureña pudiera conectar con tantos lugares es increíble. Ahí te das cuenta del poder de las historias.

ESTILO: ¿Tienes alguna rutina o hábito diario que consideres fundamental para mantenerte inspirada y creativa?

Ver muchas películas de muchos países y leer muchos libros. Suena cliché, pero funciona.

ESTILO: ¿Qué pieza audiovisual (ya sea corto/largometraje/documental) ha dejado una huella en tu vida o carrera como cineasta?

¡Es muy difícil escoger! Son demasiadas. Si vieras mi cuenta de letterbox estarías en shock. Pero mis top 5 son: The Breakfast Club, The Edge of Democracy, Casablanca, Grave of the Fireflies, Life is Beautiful y El Botón de Nácar.

ESTILO: ¿Qué te inspiró a realizar tu más reciente documental “Cuerpos Vivos”?

En 2022, me sentía muy enojada y con mucha impotencia con la situación tan grave que hay en el país sobre los diferentes tipos de violencia que sufren las mujeres y niñas. Sigo enojada porque no ha cambiado las altas tasas de femicidios y siguen muchas mujeres en situaciones de violencia. Quise transformar esos sentimientos en un documental y fue gracias al espacio del “2do Laboratorio de Creación Cinematográfica por y para mujeres” en Guatemala que se me dió la oportunidad desarrollar mi idea. Y sin tantas personas y organizaciones hondureñas que fueron parte de la producción e investigación no hubiera sido posible.

ESTILO: ¿Cómo ha recibido el público internacional este proyecto?

Me encanta escuchar testimonios de otros países. Mi documental no es un cuento feliz, no aborda temas ligeros. Quería crear algo que moviera a las personas, que generara reacciones y que incitara a levantar la voz. Deseaba romper el silencio de alguna manera. Cuando escucho que en Portugal o en Turquía la gente queda en estado de shock o con lágrimas, que hombres se acerquen y me digan: “No sabía cómo reaccionar, pero te agradezco por abrirme los ojos de otra forma”, significa que el documental logra exactamente lo que siempre soñé.

ESTILO: ¿Cuál fue el mayor desafío que tuviste con el proyecto?

La grabación de la ciudad fue una odisea. Casi nos balean en el centro de Tegucigalpa, subiendo por el parque La Leona. Éramos dos mujeres grabando diferentes zonas en la capital. No podíamos salir del carro porque éramos blanco fácil para robarnos el equipo. Todo lo grabamos desde adentro de mi carro, y estábamos en el centro grabando. Nos estacionamos en una cuesta, viendo desde la perspectiva del vigilante que un carro polarizado se quedara bastante tiempo en una calle de tráfico si es raro. Entonces nos sacó la pistola y salimos corriendo.

ESTILO: Para aquellos que están comenzando en el mundo del cine, ¿qué consejo les darías en base a tus propias experiencias y aprendizajes?

Primero es la educación. Leer libros de cine, meterse a talleres de cine, ya sea de Honduras o internacional. Ya existen muchos espacios de aprendizaje a la mano por la virtualidad. Hay que aprovechar todos los espacios formales y no formales. Lo más importante es no rendirse, por más años que sean para que logres tus metas, no te des por vencido.

ESTILO: Por último, nos gustaría saber sobre tus futuros proyectos. ¿Hay algún nuevo proyecto en el que estés trabajando actualmente o que tengas en mente?

Este año me he propuesto escribir dos documentales que deseo realizar, ambos enfocados en los derechos de la mujer. Espero comenzar el proceso de búsqueda de fondos y oportunidades de desarrollo en los próximos meses. Ha sido un desafío, ya que también tengo mi propia empresa y dependo económicamente de mis consultorías en comunicación. Sin embargo, en mi tiempo libre, estoy trabajando en mis documentales. Pero mejor que sea una sorpresa revelarlos en unos años.