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Isabel Chahin, entre la tradición y la moda

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Nada, ni siquiera la pandemia, logró detener su sueño de lanzar oficialmente Casa Isabel, un proyecto único basado en su respeto profundamente arraigado por las artesanías de Santa Bárbara, una tradición centenaria que logró transformar en Alta Moda. fotos Christian Giles

17/ago 2020

El año apenas comenzaba. Como suele suceder, el entusiasmo por el nuevo calendario nos envolvía a todos. Isabel Chahin y Christian Giles no eran la excepción. Después de meses de trabajo la pareja tenía listo el primer prototipo de la colección Honduras y sus Fibras Naturales, la línea con la que presentarían de forma oficial su proyecto Casa Isabel, programado para el mes de junio.

Todo marchaba según el plan original. Bolsos y sombreros aguardaban surgir de los bocetos y la imaginación de Isabel y de las manos habilidosas de artesanos de Santa Bárbara. Estaban a punto de comenzar la producción y entonces llegó la pandemia.

Isabel, graduada en negocios de moda y diseño y Christian, con experiencia en desarrollo sostenible y cambio climático, se encontraban en Houston. La pesadilla global también los alcanzó. Se cerraron fronteras, volver a San Pedro Sula parecía imposible y los planes originales debieron cambiarse. Pero acostumbrados a perseverar hasta el final, continuaron el proyecto que estos días ve la luz como "una marca hondureña de accesorios que crea piezas únicas hechas a mano con fibras naturales de origen local".

Con la emoción casi tangible por el lanzamiento de la marca estos días, conversamos con Isabel, el rostro y creativa de Casa Isabel quien nos contó las raíces de esta historia.

Foto: Revista Estilo

ESTILO: ¿Cómo surge la semilla inicial, la idea original de Casa Isabel?

ISABEL: Desde pequeña me ha interesado el diseño y la moda. Con esto en mente, decidí que mi formación académica iba a girar en este entorno. Luego de vivir en el exterior por mucho tiempo, regresé a Honduras hace tres años y comencé a desarrollar ideas para un proyecto como este. Me acuerdo como me inspiró ver artesanías hondureñas en Copán Ruinas donde visité la tienda de souvenirs de don Hugo Andonie. Ya había conocido varios telares y talleres en Antigua Guatemala, y soñaba con tener un concepto similar en Honduras, aunque lo veía poco probable. Varios años después puedo decir orgullosamente que, si lo voy a lograr y que ha sido posible en gran parte gracias a Christian quien ha entrado de lleno en este proyecto y es cofundador de Casa Isabel.

Foto: Revista Estilo

ESTILO: ¿Cómo y cuándo comienza a ponerse en marcha el proyecto, desde la búsqueda de los tejedores hasta la definición de los diseños?

ISABEL: Al finalizar mi maestría en septiembre del 2019, pude dedicarle tiempo a la búsqueda de talento y echar a andar el proyecto formalmente. Comenzamos con visitas a mercados locales como el Guamilito y con búsquedas en línea relacionadas a artesanías hondureñas.

Después de varios viajes, encontramos los sombreros más finos de junco de Honduras en Ceguaca, Santa Bárbara. Luego visitamos Arada, que también queda en Santa Bárbara, donde nos encontramos con un grupo de tejedoras en una aldea cercana que se especializan en joyería y carteras. Estas mujeres poseen un don para tejer inigualable en el país.

Y así poco a poco hemos llegado a conocer otras comunidades de artesanas de junco, tule y otras fibras naturales en Santa Bárbara.

Durante varios meses desarrollamos prototipos de diseños para evaluar la capacidad de las tejedoras y las características de las fibras. Después de confirmar la calidad y la capacidad, nos sentimos seguros de para poder avanzar con la segunda fase del proyecto: el desarrollo de la primera colección. Desgraciadamente esto ha coincidido con una pandemia global que nos ha forzado a adaptarnos a nueva realidad.

Foto: Revista Estilo

ESTILO: ¿Cuáles fueron los obstáculos que debieron sortear y cómo los han ido superando?

ISABEL: Hemos comenzado todo este proyecto desde cero, lo cual ha implicado una cantidad de trabajo enorme para poder llegar al punto donde estamos. Desarrollar Casa Isabel nos ha dado una gran satisfacción personal e incrementado nuestro orgullo hondureño. Varios de nuestros retos han sido: búsqueda del talento, materia prima, desarrollar tintes naturales, estandarización de procesos y control de calidad, entre otros.

La logística también ha sido un obstáculo importante… La dificultad para comunicarnos por teléfono cuando muchas de las artesanas no cuentan con celulares ha resultado particularmente complicada. Distribuir hojas técnicas, discutir estándares de calidad, realizar pagos, intercambiar ideas y aclarar dudas todas ha tenido que ser en persona. Esto es bastante cansado dado que trabajamos con varios grupos de artesanas en distintas comunidades. Las visitas en campo resultan ser realmente agotadoras.

La falta de formación académica y conocimiento acerca negocios en general de las artesanas es un factor sumamente limitante para ellas y por consiguiente para nosotros también. Tampoco cuentan con mucho apoyo técnico en áreas de producción y control de calidad, por lo tanto, desconocen la importancia de mantener tallas estándares para suplir la demanda del mercado y las expectativas del consumidor.

Foto: Revista Estilo


Acompañada de Christian Giles, su prometido y cofundador de la marca, Isabel ha recorrido muchos pueblos pintorescos. Intibucá, Valle, Francisco Morazán, Copán y Santa Bárbara han sido parte de la ruta en lo que ha descubierto gente y cosas tan maravillosas que desde ya su visión es desarrollar colecciones con todas las comunidades de artesanos de Honduras.

No puede negar que lo que más le ha gustado es tener el privilegio de tratar con la gente. Los diseños de su colección debut surgen de las manos habilidosas de tejedoras de Santa Bárbara que puntada a puntada, convierten las fibras en los próximos it bags. Piezas únicas creadas para un público que busca piezas exclusivas y que valora la historia de ética y sostenibilidad detrás de cada producto".

Cada grupo de artesanos se especializa en diferentes fibras. En Ceguaca y el Ocotal trabajan el junco, y en el Níspero se trabaja el tule, con el que elaboran sobres y petates.Como explica Isabel con emoción, la mayor parte de esta primera colección ha sido elaborada con carludovica palmata, conocida en Honduras como junco.

"También usamos el cyperus canus, llamado tule. En este momento estamos desarrollando piezas con maguey, mejor conocido como agave". Y aunque asegura que no tiene una fibra favorita no puede negar sentir afinidad especial por el junco tejido, "con manos expertas puede ser realmente especial".

Foto: Revista Estilo

ESTILO: ¿Cómo te preparaste para este proyecto?

ISABEL: Mi experiencia de trabajo en manufactura y desarrollo de producto, al igual trabajar con diseñadores de diferentes rubros me ha ayudado enormemente en sacar este proyecto adelante. Estoy en un constante aprendizaje a través de diferentes cursos de tejido y teñidos naturales, que a pesar de la pandemia, he podido recibir en línea. También visitamos ferias de artesanías internacionales para conocer de otros países, sus fibras, sus usos y conocer de proyectos similares.

ESTILO: ¿Desde donde te involucras en el proceso de producción?

ISABEL: Los tejedores seleccionan las fibras, ya que es un proceso artesanal, pero nosotros nos aseguramos que la calidad y el color sean consistentes. Guiamos e informamos a las artesanas para obtener los mejores resultados reflejados en el producto final. La planeación de la producción y la selección de materia prima al igual que consistencia en procesos son clave. La pandemia no nos ha permitido tener contacto directo con algunos de los cultivadores de las fibras, pero estamos trabajando de cerca con terceros para mejorar la calidad de materia prima. Incluso estamos estudiando la posibilidad de desarrollar nuestras propias plantaciones.

Foto: Revista Estilo

ESTILO: ¿En qué sentido promueven artesanías con un lujo sostenible y ético?

ISABEL: Nuestros productos son 100% hechos a mano y cada pieza es única. Es realmente sorprendente la cantidad de horas de trabajo manual dedicado a cada pieza. Además de ser productos que promueven la economía local, Casa Isabel colabora con las artesanas de una manera que no se acostumbra en Honduras. Pagos adelantados con cada orden de compra, precios dignos por su trabajo, donaciones de insumos de bioseguridad, uso de tintes naturales que no afectan la salud de las artesanas y la carbono compensación de los envíos a nuestros clientes son algunas de las prácticas sostenibles que implementamos.

ESTILO: ¿Cómo empodera Casa Isabel a los artesanos de Santa Bárbara?

ISABEL: Con precios justos, capacitaciones, transferencia de tecnología, y con innovación en prácticas de producción y diseño.

Foto: Revista Estilo


ESTILO: ¿Cuál es el rol de cada uno de ustedes en Casa Isabel?

ISABEL: Christian y yo estamos involucrados en todos los aspectos del negocio, desde el diseño, producción, mercadeo, contabilidad y venta. Christian es el primero en ver mis dibujos, y confió mucho en sus aportes. Ya que solo somos dos personas a cargo del proyecto, es importante apoyarnos para avanzar, ninguno de los dos puede solo.

ESTILO: ¿Cómo han vivido esta experiencia?

ISABEL: Por más cansados que sean los viajes de campo, los hemos disfrutado todos. Tenemos la suerte de poder decir que amamos nuestro trabajo. Gracias a este proyecto hemos conocido lugares hermosos en Honduras. Tenemos un país rico en todos los sentidos, Casa Isabel nos ha permitido aprender a valorarlo como merece.

Foto: Revista Estilo


ESTILO: ¿En qué momento del proyecto estaban al llegar la pandemia, ¿cómo afectó sus planes?

ISABEL: Estábamos a punto de comenzar producción de nuestra colección cuando empezó el confinamiento. Ambos estábamos en un viaje en los Estados Unidos cuando cerraron fronteras y nos quedamos varados en Houston. Mientras veíamos las noticias, seguíamos en contacto con las artesanas, sabíamos que esto claramente iba afectar nuestros planes, pero jamás pensamos en abandonar el proyecto.

ESTILO: ¿De qué manera aprovecharon el confinamiento para avanzar en el proyecto?

ISABEL: A pesar de la pandemia y la incertidumbre que esta genera, decidimos seguir produciendo, ya que las artesanas trabajan desde su casa y podían seguir y nosotros desde la nuestra también. Aunque no teníamos claro cuándo ni cómo podríamos recibir el producto, sabíamos que era importante seguir adelante. En paralelo a producción, hemos logrado avanzar con otros aspectos del proyecto tales como mercadeo, la página web, temas legales, etc.

Foto: Revista Estilo


ESTILO: ¿Cuáles son sus expectativas con Casa Isabel?

ISABEL: Primero, queremos que los hondureños y la comunidad internacional conozcan el talento de nuestros artesanos. Es importante que como hondureños aprendamos a sentir orgullo por todo lo bueno que ofrece el país y apoyarlo. Desgraciadamente estamos tan acostumbrados a darnos a conocer por temas de corrupción y criminalidad que se nos olvida que hay mucho más que ofrecer en este país. En fin, queremos aportar al darle una buena imagen a Honduras.

Asumir la responsabilidad de ayudar a mantener nuestras tradiciones vivas y poder contárselas al mundo ha sido una elección propia de Isabel Chahín. Testaruda, genuina y empática, ha disfrutado cada etapa de este proceso creativo que como nos dice, requiere mucha paciencia y humildad. "Uno tiene que aprender a escuchar las críticas para mejorar, esto puede ser sumamente doloroso al inicio, pero se hace evidente que necesitamos de nuestro equipo para poder crear productos superiores, dice. Inspirada en todo aquello que es único y peculiar, Isabel tiene su propio estilo personal, "creo que lo más importante al vestir es sentirme a gusto. No sigo tendencias y soy pésima compradora. Usualmente compro mis telas y diseño mi ropa, ya que no encuentro los estilos que me gustan a un precio que pueda comprar".

Foto: Revista Estilo

ESTILO: ¿Quiénes son las personas que más han influido en tu vida?

ISABEL: Mi mamá: las ganas de que ella se sienta orgullosa de mí me motiva todos los días a superar cualquier obstáculo que se me presente. Mi papá: lo perdí muy joven, pero me quedé con las ganas de que me viera triunfar y eso también me motiva a diario para salir adelante. Cada uno de los miembros de mi familia, inmediata y extendida, ha formado quien soy hoy. Mis papás, hermanos, primos, tíos, amistades, no sería quien soy hoy sin ellos. Cada uno a su manera ha aportado a mi vida de una manera inigualable. Me han dado claridad para saber que quiero y que no quiero en mi vida.

Foto: Revista Estilo

ESTILO: ¿Por qué decides estudiar Moda y Diseño?

ISABEL: Porque pensé que era más probable ganarme la vida como diseñadora trabajando en moda que siendo pintora. Yo en realidad quería estudiar bellas artes, pero mi familia me aconsejo lo contrario, pensando que sería muy difícil obtener un empleo. Empecé mis estudios en Savannah, Georgia, seguido por Miami, donde obtuve mi título universitario en diseño de moda y negocios. Luego, en Nueva York estudié y trabajé diseño de accesorios. Mi vida académica culmina el año pasado en Costa Rica, con una maestría en administración.

ESTILO: ¿Los detalles que ves primero al elegir tus accesorios?

ISABEL: Lo primero que veo es su diseño, me tiene que parecer atractivo y único, no me gusta comprar piezas que "de moda". Después, me fijo en la composición de la pieza, no compro accesorios que utilizan materiales de baja calidad y trato de apoyar marcas sostenibles.

Foto: Revista Estilo

ESTILO: ¿A qué marcas o diseñadores admiras y por qué?

ISABEL: Esto es difícil. ¡Me encantan muchos diseñadores y marcas, pero la mayoría son incomparables! Me encanta la marca colombiana Mola Sasa, porque creo que han logrado algo similar a lo que buscamos lograr con Casa Isabel, apoyando a comunidades artesanas en Colombia. También me encanta la marca Maison Alma, ya que también crean productos con comunidades de artesanos. Otra marca de accesorios que me gusta mucho es Mansur Gavriel, me encantan los productos y la estética de las diseñadoras. Todas estas marcas tienen a mujeres emprendedoras detrás de ellas, son una gran fuente de inspiración para mí y para Casa Isabel.

Foto: Revista Estilo

ESTILO: ¿Cómo surge ese interés de crear una marca sostenible y responsable?

ISABEL: Después de varias visitas a las comunidades y a manera que fuimos aprendiendo acerca de los procesos, fuimos realizando que había procesos "sucios" que perjudicaban el bienestar y salud de las comunidades y sus artesanas en particular. Casa Isabel siempre nació con la idea de ser un negocio que tenga un impacto positivo no solo en mi estado de resultados de sus productos, sino que también en la comunidad donde se elaboran.

ESTILO:¿De dónde nace la vena artística?

ISABEL: Creo que ambas familias, mi padre y mi madre son artísticos y creativos.Pero supongo que mi abuela Isabel Victoria y las hermanas de mi mama me ayudaron a desarrollar mi lado artístico.

ESTILO: ¿Qué cosas te apasionan?

ISABEL: Me encanta mi trabajo. Amo trabajar con comunidades de artesanos. Me da tanta satisfacción saber que puedo ayudar y que juntos podemos crear piezas hermosas. Me apasiona contribuir a vivir en un mundo mejor y de paso crear cosas lindas.

Foto: Revista Estilo

ESTILO: ¿Qué te hace feliz?

ISABEL: Lo que más felicidad me da es poder ayudar a otros, y si puedo ayudar a otros y viajar no necesito nada más. Amo mi trabajo, porque más que un trabajo, es un propósito de vida.

ESTILO: ¿Cómo se fusionan las personalidades de Christian e Isabel en este proyecto?

ISABEL: Creo que más que fusionar, es complementar. Tenemos temperamentos muy distintos, pero compartimos los mismos valores, por eso decidimos trabajar en este proyecto juntos.

ESTILO: ¿Cómo comparten este sueño común?

ISABEL: Yo tenía la visión de Casa Isabel, pero sabía que necesitaba ayuda para hacerlo realidad, y Christian apareció en mi vida. Tengo la suerte de que él también le gusta la idea y decidió entrar de lleno en este proyecto. A pesar de que la carga laboral ha sido pesada para poder hacer todo solo entre dos personas y de los miles de atrasos e inconvenientes que esta pandemia ha causado, trabajar con él ha resultado ser una linda experiencia que nos ha unido más.

ESTILO:¿Qué admiras más de él? ¿Y él de tí?

ISABEL: Admiro que es una persona que ante todo mantiene la calma, él me ha demostrado que la fuerza no tiene que ver con quien habla más fuerte, si no quien mantiene la calma y usa la razón. Creo que lo que más le gusta es mi convicción y ética de trabajo.

ESTILO: ¿Cómo les sirvió la cuarentena para replantear valores o proyectos?

ISABEL: Debido a que nuestro propósito siempre ha sido crear un negocio sostenible con beneficio social, esta cuarentena solo refuerza que este proyecto va en el camino correcto.

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ESTILO: ¿Crees que habrá una Isabel antes y después de la pandemia?

ISABEL: Claro que si, esto nos ha marcado a todos, pero definitivamente esto me ha enseñado que todo puede cambiar de un momento a otro. Aunque las circunstancias externas cambien, las metas de vida siguen, pandemia o no, hay que seguir luchando para lograrlas. Estamos muy entusiasmados con la idea de desarrollar más y mejores productos, y naturalmente va a ser más fácil al poder hacerlo sin todos los inconvenientes que nos ha traído este virus.

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