Alvaro Herra Zelaya y Monique García-Abedrabbo celebraron, al fin, la boda de sus sueños. Juntos fueron la imagen de dos enamorados, no cabían en sí de felicidad al haber llegado hasta allí.
Los novios se encontraron en el altar, entre sonrisas y lágrimas llenas de emoción, y pronunciaron sus votos ante sus padres: Carlos Francisco García y Rosemonde Abedrabbo; Allan Herra y Suyapa Zelaya; padrinos: Rene y Elisa Serrano; Walter y Rosamaría Elvir así como familiares y amigos.
Fue la Basílica de Suyapa el escenario escogido para poner el broche de oro a esa romántica relación y donde el padre Carlos Magno dio inicio a una ceremonia llena de cantos y lecturas.

Monique que lucía un vestido con un escote palabra de honor, con un corpiño de encaje de un encanto inigualable, con detalles que se repiten a través de la falda, dejando los hombros a la vista y equilibra el look con las impresionantes mangas desmontables, que lucen el mismo diseño de encaje que el vestido, llego emocionada del brazo de su padre Carlos Francisco García para cumplir su sueño al lado de su eterno enamorado.
Después de la ceremonia los novios se desplazaron a Liquidámbar quienes llegaron felices mientras al fondo se escuchaba la melodía “Cant help falling in love” y listos para celebrar su enlace matrimonial que continuo con el brindis realizado por los padres de los novios: Carlos Francisco García y Allan Herra.
Minutos después los novios bailaron “Perderme Contingo” mientras sus ojos brillaban intensamente, mientras sus invitados aprovechaban en tomar selfies, aplaudir y observar el paso de los novios; llegó el turno del padre de la novia quienes bailaron: Aint no mountain high.

La fiesta continuó hasta el amanecer con un alegre carnaval y donde todos celebraron el amor de Alvaro y Monique.