Después de 2 años y 11 meses de una hermosa relación de noviazgo, José Luis Martínez Valle y Melissa Wolozny Pineda comunicaron a sus padres su decisión de contraer matrimonio. Con la anticipación debida, giraron encantadoras invitaciones para que amigos cercanos y familiares fueran testigos del pacto de amor que juraron ante Dios en la Iglesia María Reina del Mundo.
El párroco Fausto Leonardo Henríquez presidió la hermosa misa, que incluyó lecturas alusivas al amor según el libro 1era. Corintios. Posteriormente, los declaró “marido y mujer” ante Dios y la sociedad. El emotivo pacto de amor fue sellado con un tierno beso, aplaudido por los asistentes, entre los cuales se encontraban sus padres: Marta Valle con Abraham Wolozny y María Alicia Pineda de Wolozny.
La recepción
Minutos después, los recién casados y sus invitados se trasladaron al salón Napoleón VI de Copantl Convention Center, donde protagonizaron una inolvidable velada. En medio de una decoración elegante y clásica al estilo de los 70’s y 80’s, tal como lo había soñado la novia, la wedding planner del evento, Denisse Sikaffy, junto al equipo de Jackeline Cabrera y Floralboutique, recrearon una atmósfera sobria. Utilizaron lienzos de tul blanco para vestir las paredes, haciendo resaltar las lámparas colgantes y los detalles en tonos como el rosado, peach y morado suave en los arreglos florales.
Los novios hicieron su entrada sobre una tarima blanca de varios niveles donde estaba el DJ Daybeat, y detrás de una pantalla que semejaba una puerta, salieron al sonido de una docena de violinistas de Producciones Vivaldi, interpretando la melodía “Perfect” de Ed Sheeran y Andrea Bocelli. En la pista de baile, los recién casados tuvieron su primer baile con la canción “Lover” de Taylor Swift.
La familia se unió luego para realizar el tradicional brindis y celebrar la felicidad de sus hijos. Mientras daban paso a la degustación del banquete, que incluyó cinco estaciones, desde carajillos de diferentes sabores hasta bocados asiáticos fríos y calientes de camarón, pasando por una estación digestiva, una de café y la última de ceviches.
Además, se dispuso de un bar con diferentes estilos de cócteles para los invitados, con un diseño moderno. La celebración se prolongó hasta el amanecer, entre felicitaciones y muestras de aprecio para la feliz pareja. Después de disfrutar de la fiesta, se retiraron para comenzar su luna de miel con un viaje a la ciudad de Nueva York y sus alrededores en un road trip.
