Luego de contraer matrimonio en la ceremonia religiosa celebrada por el pastor Leonel Campbell de la Primera Iglesia Evangélica y Reformada, Óscar Ventura y Flora Espinoza se dirigieron a la recepción en el salón Palestina del Club Hondureño Árabe.
Los felices esposos entraron al salón entre la algarabía de los invitados, quienes flameaban pañuelos blancos para recibirlos. Con rostros llenos de alegría, caminaron hacia la pista de baile, la cual tenía las iniciales de sus nombres impresas y estaba rodeada de cajas de luces artificiales que se encendieron mientras bailaban su primera canción.
A continuación, se unieron a la pista sus padres, Freddy Espinoza, Jenny Aguilar y Gabriela Ventura. Ellos pidieron a los invitados elevar sus copas y brindar por la felicidad de los nuevos esposos.
La celebración fue animada por el DJ Daybeat y, después, por la banda La Versátil, que mantuvo la fiesta hasta altas horas de la noche. Al amanecer, los novios se retiraron a descansar antes de partir en su luna de miel a Roatán y luego a Europa.
La organización del evento estuvo a cargo de la wedding planner Denesse Sikaffy, quien captó a la perfección el gusto de la novia, creando un ambiente limpio y moderno con numerosos candelabros, añadiendo un toque romántico y elegante. La decoración general fue realizada por Floralboutique y la pista de baile contó con un arreglo aéreo elaborado por Jackeline Cabrera.
La recepción estuvo llena de sorpresas y detalles, incluyendo una tiendita de recuerdos para que los invitados eligieran qué llevarse como recuerdo de la boda. También hubo tres shows diferentes: una carreta de zambos de media noche con lechón, una cancha de pádel y una violinista en medio de una mesa llena de flores durante el pre cóctel.