Una de sus primeras opciones fue un Valentino rojo a su llegada, de eso paso a un conjunto más informal que era acompañado de unos pantalones junto con un tatuaje (de henna) y luego la vimos en un impresionante caftán nude, hecho a su medida, de Dior.
La pareja se presentó a una cena de gala en casa de la embajada británica en Marruecos en el cual Meghan protagonizó la noche con un vestido túnica, que fue inspirado en el caftán tradicional marroquí de la firma Dior, en tono nude con detalles drapeados en el pecho, con mangas en formas de campana rematadas y tiras plateadas.