Al más puro estilo de la Madonna de los años 90, con el cabello platinado, falda lápiz, blusa blanca atada al cuello, labios rojos y sandalias con calcetines, la joven participó en el rodaje repartiendo sonrisas junto a modelos que asumían el papel de soldados de la Segunda Guerra Mundial que portaban banderas de Estados Unidos y Francia.
Paris llegó a la ciudad acompañada de su novio Michael Snoddy quien la acompañó en el shoot que aún se desconoce a qué producto de la firma pertenece. La joven se suma a la lista de millenials famosos que prestan su imagen a las campañas de la maison francesa como Lily Rose Depp.