Donald Trump asumió como el presidente número 47 de Estados Unidos y aunque todas las miradas estaban puestas en él, su esposa Melania también estuvo bajo el escrutinio público.
La ex modelo eligió para el regreso a la Casa Blanca un diseño sobrio y elegante que consiste en un trench dress de lana de seda azul oscuro abotonado con cuello de chaqueta con solapas de pico que combinó con una camisa marfil que se dejaba entrever por el cuello. Lo remató con unos guantes negros de cuero.

El estilo, una declaración de sobriedad estética, lo complementó con un sombrero estilo canotier de Eric Javits, que le cubría prácticamente medio rostro, imposibilitando poder ver cualquier expresión en su mirada. Javits es un reconocido miembro del Consejo de Diseñadores de Moda de América, quien mostró en Instagram el proceso a mano del accesorio para la primera dama. El diseñador neoyorquino vende sobreros de mujer desde 1985.

El look fue firmado por el diseñador independiente, Adam Lippes, quien trabajó con Oscar de la Renta. Esta no es la primera vez que Melania elige un diseño de Lippes, quien en un comunicado declaró: “la tradición de la toma de posesión presidencial encarna la belleza de la democracia estadounidense y hoy hemos tenido el honor de vestir a nuestra primera dama, la señora Melania Trump. Su atuendo ha sido creado por algunos de los mejores artesanos de Estados Unidos y me enorgullece enormemente mostrar un trabajo así al mundo”.
Para la investidura del primer mandato de Trump, en 2017, Melania vistió de azul celeste, en un diseño de Ralph Lauren, que evocaba los icónicos vestidos de Jackie Kennedy. El vestido lo combinó con una chaqueta bolero, guantes largos y unos tacones aguja del mismo tono.

La elección de Lippes indica que Melania retomará su posición como referente de moda, sobre todo al reafirmar su interés de impulsar firmas estadounidenses independientes, como lo hicieran algunas de sus antecesoras.