Durante cuatro años, los estadounidenses han presenciado, entusiastas, angustiados o asustados, el espectáculo sin precedentes de un presidente que nunca tuvo restricciones. Millonario excéntrico, soñaba en voz alta con el Nóbel de la Paz mientras mostraba desprecio por la ciencia, calificaba a los inmigrantes como “violadores” y a los medios como “corruptos”. La era trump ha terminado, ¿cómo lo recordará el mundo?