"Durante mi primer embarazo, solo quería cubrirme. No estaba acostumbrada a como estar embarazada me hacía sentir, y sinceramente pase por un tiempo difícil para estar a gusto. La segunda vez, fue más fácil adaptarme a los cambios. Me encantó encontrar looks que mostrarán las curvas de mi embarazo".

De hecho, aún después de su primer embarazo, una vez que perdió el peso del embarazo, "Me sentí me mejor que antes. Estaba más curvilínea. Realmente me sentí como que todo el arduo trabajo (de 10 meses) valió la pena".
Para Kardashian es importante amar su cuerpo, no solamente por ella, explica. "A medida North crece, empezará a estar más consciente de ella y su cuerpo. Su actitud hacia su cuerpo está directamente relacionada a la mía, así que es mi responsabilidad asegurarme de que entienda que una imagen corporal positiva viene de una autoestima saludable".
Aun así llegar a este punto no fue fácil. "Después del nacimiento de Saint, decidí ponerme objetivos a mí misma. ¡Estaba motivada, pero fue duro! No es fácil volver a lo mismo. Estaba celosa de mujeres que tenían esas pancitas adorables de embarazo y que ganabas solamente 25 libras y después tras dar a luz simplemente volvían al peso anterior al embarazo. Esa no soy yo."