Diez años después de conocerse y cinco años después de hacer público su noviazgo, el príncipe Alberto de Mónaco y la ya princesa Charlene Wittstock se han dado hoy el sí quiero en el Palacio Grimaldi, quien ha recuperado todo su esplendor para celebrar esta boda. La pareja, que ayer contrajo matrimonio civil en el Salón del Trono bajo la atenta mirada de un exclusivo grupo de 80 personas, entre los que figuraban familiares y allegados, hoy lo ha hecho ante una gran multitud, que no ha querido perderse la oportunidad de vivir de cerca este día histórico.
Entre los 825 invitados que han tenido el privilegio de ocupar un asiento en el interior del palacio, (pues hay invitados 3.500 monegascos que han conseguido su invitación para vivir este enlace desde el patio del palacio a través de unas grandes pantallas), se han hecho con todas las miradas, tal y como ocurriera en la ceremonia de ayer, la familia de Alberto de Mónaco, a quien el príncipe ha querido hacer ‘cómplice’ de este gran día en su vida.
Carolina, Estefanía y sus hijos, quienes ayer no se separaron de su hermano un solo momento y al que acompañaron en el balcón del Salón de los Espejos, una vez convertidos civilmente en marido y mujer, han llegado tan solo unos minutos antes de que lo hicieran los novios y han hecho su entrada en el palacio de Grimaldi pausadamente.
Los primeros integrantes de la familia real monegasca en pisar la alfombra roja que conducía hasta la entrada de palacio y en la que a ambos lados se han colocado los ciudadanos monegascos, han sido los hijos mayores de Carolina. Carlota, acompañada por Alex Dellal, quien cada día está más integrado en la familia, y ha elegido para la boda de su tío, un vestido rosa con cuello barco, chaqueta abotonada y un mini velo con rejilla. Siguiendo a Carlota ha entrado su hermano Pierre al lado de Beatrice Borromeo, quien en vez de colocarse un tocado ha elegido una preciosa diadema, haciendo así una vez más alarde de su sencillez. Andrea, el hijo mayor de Carolina, ha completado este grupo, y lo ha hecho junto a su pareja, Tatiana Santo Domingo, con quien hace apenas un mes vimos disfrutando de unos días de relax en Ibiza.
Sin darles demasiada tregua a los monegascos, quienes no querían perderse la llegada de la novia, han llegado al mismo tiempo la princesa Carolina y la princesa Estefanía acompañadas por sus hijos menores. Carolina de Mónaco que ha bajado del coche acompañada por su hija menor Alejandra, quien a sido la encargada de entregar las alianzas a los novios, ha vuelto a apostar por Chanel y se ha enfundado un precioso diseño en tonos rosas, el mismo color elegido, aunque en diferente tono por su hermana Estefanía, que se ha paseado por la alfombra roja del brazo de su hijo Luis y acompañada por sus hijas menores Paulina y Camila. Paulina, quien cada día destaca más por su belleza y quien también ha elegido como muchas de las invitadas un azul pastel, ha sido la encargada de hacer la primera lectura, dando paso así a su prima, Carlota, quien ha sido la encargada de leer la primera carta de San Juan.
Protagonistas, sin lugar a dudas, de este gran día en la boda y con un recuerdo en la memoria para los ya desaparecidos, entre los que destacan los padres de Alberto, Raniero y Grace Kelly, y la reciente fallecida princesa Antoinette de Mónaco, Estefanía, a quien ayer veíamos emocionarse durante la ceremonia civil de su hermano, hoy ha logrado con gran esfuerzo contener las lágrimas, al igual que el resto de la familia monegasca, pues la emoción se ha dejado palpar en el ambiente.
Sin dejar de lado la sangre real. La representación de la realeza en esta boda, al contrario que en otras bodas reales, ha estado protagonizada principalmente por los príncipes herederos, en los que los monarcas europeos han depositado su confianza para representarles en esta inolvidable boda, en la que sin duda se buscaran las comparaciones con la que tuvo lugar en 1956 y en la unieron para siempre al príncipe Rainiero III y la estrella de Hollywood Grace Kelly.
La casa real sueca junto con la casa real belga han sido las que mayor represtación han tenido en el enlace. Suecia ha estado representada en esta ceremonia religiosa por la princesa Victoria de Suecia, con un vestido aguamarina con pedrería con un discreto tocado en forma de recogido en y su marido Daniel Westling, y por la princesa Magdalena de Suecia y su hermano Carlos Felipe, con el uniforme militar.
Fuente: hola.com