Este sábado 26 de abril de 2025, la Plaza de San Pedro en el Vaticano se llenó de solemnidad y recogimiento para despedir al Papa Francisco. Entre los líderes presentes, los Reyes de España, Felipe VI y la Reina Letizia, encabezaron la delegación oficial de su país, en una jornada que quedará grabada en la memoria colectiva.
Bajo un cielo sereno y en medio de miles de fieles, los monarcas españoles rindieron homenaje a un Papa que marcó una época de cercanía, modernización y profunda fe.
La llegada de los Reyes a Roma
Felipe VI y Letizia llegaron a Roma el viernes 25 de abril, un día antes del funeral. Su primera parada fue en la embajada de España ante la Santa Sede, donde fueron recibidos por ciudadanos españoles que quisieron mostrar su afecto en este momento especial.
Posteriormente, realizaron una visita privada a la capilla ardiente del Papa Francisco en la Basílica de San Pedro, donde, en un gesto lleno de respeto, oraron en silencio ante el féretro del pontífice.

Durante la ceremonia, la Reina Letizia destacó por su sobriedad y elegancia, siguiendo estrictamente el protocolo de luto vaticano. Lució un vestido negro midi sin peineta y una mantilla de encaje negro, complementado con un broche histórico perteneciente a las joyas de pasar de la Reina Victoria Eugenia.
Un lugar de honor entre los líderes del mundo
Los Reyes de España ocuparon un lugar destacado entre las delegaciones oficiales. Compartieron espacio con figuras como Joe Biden y Jill Biden, el expresidente Donald Trump y Melania Trump, y jefes de Estado de Europa y América Latina.

La delegación española no solo contó con los Reyes, sino también con altas autoridades como las vicepresidentas María Jesús Montero y Yolanda Díaz, el ministro de la Presidencia Félix Bolaños, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo.

Tras la misa exequial, el féretro del Papa Francisco fue trasladado a la Basílica de Santa María la Mayor, cumpliendo su deseo de ser enterrado en un lugar sencillo y significativo para él. La participación de los Reyes de España en este evento histórico refleja su compromiso con los valores de humildad y cercanía que caracterizaron al pontífice argentino.