La lucha de los atletas olímpicos con su salud mental

Por razones que son obvias, la salud es uno de los ejes centrales de la vida de los atletas. Para poder competir a los más altos niveles es necesario seguir un estilo de vida que mantenga su cuerpo en condiciones óptimas: las dietas balanceadas, horas de sueño completas, hidratación y chequeos médicos son parte del día a día de los deportistas olímpicos. Sin embargo, rara vez se discute de la importancia de la salud mental.

El éxito y la presión

En los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 este tema ha resurgido luego de que dos deportistas decidieron hablar sobre tan delicado tema. Simone Biles, considerada la mejor gimnasta de la historia, se retiró de la competición debido a problemas de salud mental. 'Me duele el corazón que en parte me hayan quitado hacer lo que amo para complacer a otras personas', aseguró en conferencia de prensa.

Por su parte, la tenista japonesa Naomi Osaka, ganadora de cuatro torneos de Grand Slam y segunda mejor tenista del mundo, abandonó el torneo Abierto de Francia por esta misma razón.

Naturalmente, participar en el mayor torneo deportivo del mundo pone a estos atletas en una gran presión, debido a que representan a su país y millones de personas esperan lo mejor de ellos. Sin embargo, no siempre es posible lidiar con el peso que ponen sobre sus hombros.

Según reportó Vogue, durante los últimos 30 años ha sido bastante común que los atletas describan sus trastornos del estado de ánimo o episodios de enfermedades mentales una vez se retiran y no sienten la presión mediática que deben aguantar durante su carrera.

En los juegos de Londres 2012 salió a la luz que el icónico nadador Michael Phelps, el deportista olímpico más condecorado de todos los tiempos, con un total de 28 medallas, ha librado largas batallas contra la ansiedad, la depresión y otras enfermedades mentales durante años. Como él, la lista de estrellas del deporte que han padecido situaciones similares es muy larga.

"El equipo estaba totalmente preparado", cuenta Biles, "pero es horrible cuando estás peleando con tu propia cabeza. Por ejemplo, quieres hacerlo por ti mismo, pero todavía estás demasiado preocupado por lo que dirán los demás. Tengo que hacer lo correcto para mí'.

¡La salud mental primero!

A pesar de todo, algo bueno está saliendo de la conversación que estos atletas han iniciado con sus decisiones de priorizar su bienestar. Gran cantidad de internautas, así como otros deportistas, han mostrado su apoyo y gratitud por sentar un ejemplo saludable y romper con esta imagen del deportista irrompible que nada le afecta, casi como una máquina de competir.

Esta situación brinda la oportunidad de reevaluar la importancia que se le da a la salud mental, no sólo en el deporte, sino que en nuestra vida diaria. Mientras más se hable acerca de este tema, muchas veces considerado tabú, más pronto se encontrarán soluciones para evitar que cada día más y más personas se enfrenten al peso de las enfermedades mentales así como generará empatía para quienes tienen que enfrentarse a ellas.

Biles, Osaka y todas las personas que luchan y superan estas aflicciones han mostrado ser un ejemplo de fortaleza que inspirará a miles de personas por generaciones.