El príncipe Felipe de Inglaterra, esposo de la reina Isabel II, pasó la Nochebuena ingresado en un hospital especializado en enfermedades del corazón tras ser operado de urgencia, a sus 90 años, por la obstrucción de una arteria.
La reina y sus cuatro hijos visitaron hoy al duque de Edimburgo después de que, según el Palacio de Buckingham, fuese intervenido anoche 'con éxito' en el hospital Papworth de Cambridge (sureste de Inglaterra), tras ser trasladado en helicóptero desde la finca de Sandringham, tradicional refugio navideño de la familia real.
La avanzada edad del consorte desató las alarmas cuando anoche se informó de que tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital por dolores en el pecho, si bien los portavoces oficiales han insistido en que no habrá cambios en la agenda de la familia real y que el príncipe Felipe se está recuperando.
'El duque de Edimburgo pasó una buena noche y está de buen humor, aunque deseando irse', dijo una portavoz del Palacio de Buckingham ante los numerosos medios de comunicación congregados en la puerta del hospital de Cambridge.
Buckingham informó de que el príncipe Felipe fue operado 'con éxito' de una obstrucción en la arteria coronaria, mediante el mínimo procedimiento invasivo, aunque deberá pasar un 'corto período' en observación en el hospital, cuya duración no precisó.
La intervención fue practicada con anestesia local cuando el príncipe podía estar a punto de sufrir un ataque al corazón o ya lo habría tenido, según médicos citados por los medios británicos, aunque este extremo no ha sido confirmado por el Palacio.
Los portavoces reales tampoco han anunciado cuándo será dado de alta el duque de Edimburgo, que lleva 64 años casado con la reina Isabel II, de 85 años, y es conocido por su peculiar sentido del humor y meteduras de pata.
De acuerdo a la BBC el Príncipe Consorte podría permanecer hospitalizado cuatro o cinco días más, ya que los portavoces del Palacio Buckingham no precisaron cuándo sería dado de alta, sin embargo, dadas las circunstancias de la operación ese fue el estimado que hizo la cadena televisiva.
Sus cuatro hijos, Carlos, Ana, Andrés y Eduardo, lo visitaron en el hospital junto con la reina antes de reunirse esta noche en la cena de Nochebuena y asistir mañana, como es habitual, a la misa de Navidad en la iglesia de Santa María Magdalena, cerca de la finca real de Sandringham.
Más de 25 miembros de la familia real inglesa se han congregado en Sandringham para celebrar la Navidad entre un enorme interés mediático por la presencia, por primera vez, de Catherine Middleton, esposa del príncipe Guillermo, el tercer nieto de la soberana.
La joven pareja es extraordinariamente popular entre los británicos gracias al éxito de la boda celebrada el pasado 29 de abril en Londres, que ha permitido a la familia real recuperar parte del cariño perdido en décadas anteriores.
El príncipe Felipe, que nació en la isla griega de Corfú el 10 de junio de 1921, es el consorte más longevo en la historia de la monarquía británica, a tono con la vitalidad de su esposa, que el año próximo celebrará 60 años en el trono de Inglaterra.
Amante de los deportes, presume de buena salud y en octubre realizó un viaje oficial a Australia de once días con Isabel II, pero sus problemas de corazón eran un secreto a voces en el Reino Unido pues toma medicación desde hace 20 años, según los medios.
Los incisivos tabloides se han cebado también en su espontaneidad y peculiar sentido del humor, que le ha llevado a tratar con sorna 'los ojos rasgados' de los chinos, preguntar a una escocesa si su ropa interior tenía cuadros o hacer mofa de los ecologistas pese a haber presidido el Fondo Mundial de la Naturaleza.