Durante la celebración de la misa inaugural del pontificado del Papa León XIV, realizada en la Basílica de San Pedro del Vaticano, la Reina Letizia acaparó miradas por su impecable elección de vestuario. Haciendo uso del llamado “Privilegio del blanco”, su presencia fue una de las más destacadas entre los asistentes al evento solemne.
Para la ocasión, Letizia escogió un vestido blanco de manga larga, corte midi y líneas depuradas, diseñado por Redondo Brand, la casa de moda del diseñador Jorge Redondo. Esta elección marcó un hito, al ser la primera vez que la reina confía en esta firma española para un acto religioso de carácter internacional.

Un vestuario lleno de simbolismo y modernidad
La royal complementó el look con una mantilla blanca, en línea con el protocolo eclesiástico, que simboliza pureza, entrega a Dios y tradición. Este privilegio está reservado únicamente a ciertas reinas y princesas católicas. Asimismo, calzó unos zapatos de tacón en tono nude, que introdujeron un matiz de estilo y combinaban perfectamente con el vestido.
La elección de Letizia ha sido altamente elogiada por lograr un equilibrio entre el respeto por la tradición y una estética moderna.

Otros líderes destacados
Entre los asistentes más destacados a la ceremonia se encontraban importantes figuras de la realeza y líderes políticos de todo el mundo. Desde Bélgica, estuvieron presentes el rey Felipe y la reina Matilde, mientras que la reina Máxima de los Países Bajos también se sumó al homenaje. El príncipe Alberto II y la Princesa Charlene de Mónaco estuvieron presentes, así como el gran duque Enrique y la gran duquesa María Teresa de Luxemburgo. Desde Suecia, la representación real estuvo a cargo de la princesa heredera Victoria.
En el ámbito político, uno de los rostros más notables fue el del vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, quien llegó acompañado de su esposa Usha Vance. También participaron el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, junto a la primera dama Olena Zelenska. Entre otras figuras clave estuvieron la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni.
A ellos se sumaron otros jefes de Estado y representantes internacionales, como el presidente de Canadá, Mark Carney; el presidente de Israel, Isaac Herzog; la presidenta de Perú, Dina Boluarte; y el presidente de Colombia, Gustavo Petro.

La presencia de estos representantes no solo reflejó el peso histórico de este gran evento, sino que también la relevancia que ya comienza a tener el nuevo pontífice de la iglesia católica. La misa inaugural permitió un momento de encuentro mundial en el corazón del Vaticano.