Desde su elección en 2013 hasta su fallecimiento en abril de 2025, el Papa Francisco tejió un legado que desafió las convenciones y revitalizó la esencia de la Iglesia Católica. Con una visión inclusiva y una determinación inquebrantable, abordó temas sociales, políticos y medioambientales, dejando una huella imborrable en la historia contemporánea.