La ira es una emoción que todos los seres humanos hemos experimentado en algún momento, sin embargo, debemos aprender a canalizarla pues de lo contrario puede llegar a ser muy perjudicial para la persona que la experimenta como para los que rodean. Por esa razón, te daremos algunos consejos que te ayudarán a expresarla de una forma más sana.
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Reconoce la ira que sientes: Debes aceptar esa emoción como una reacción normal, pues sentirla no está mal, sin embargo, la forma en la que actúes y lo que hagas con ella puede sí puede resultar de una forma incorrecta.
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Mantente consciente de tus pensamientos y reacciones: Es importante identificar cómo se manifiesta esa emoción en cada uno, además puedes comenzar a reconocer qué situaciones te hacen sentir así pues de esa manera aprenderás a poder controlarte.
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Relaja tus músculos: Comenzar con un entrenamiento de relajación muscular te ayudará a liberar la ira de forma adecuada. Puedes comenzar a realizar esta actividad en momentos libres de estrés y de los que provocan ira.
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Respira: Muchas veces algunos estados como el miedo, la rabia y la ira aceleran la respiración, por lo que en estos casos debes empezar a inhalar y exhalar lenta y profundamente, de esa forma el cuerpo se relajara y la intensidad del enojo se disminuirá.
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Comprende la situación y trata de resolver el problema: Controlar la situación no significa que olvidaras el problema. Debes tratar de resolver el conflicto mediante conductas asertivas donde no tengas que alzar la voz, agredir o violentar al otro, pues de esta manera nadie nunca te tomará en serio. Lo mejor siempre será solucionar los desacuerdos con calma y respeto mediante un diálogo.
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No busques culpables de tu conducta: Muchas personas suelen responsabilizar a otras de su conducta, entre las cuales destacan expresiones como ''la otra persona es responsable o culpable de mi enojo''. Este tipo de pensamiento debe cambiarse pues pueden contribuir al maltrato y a la culpa. Además, es importante resaltar que el único responsable de las emociones propias es uno mismo.
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Practica meditación: La meditación te ayudará a liberar la ira pues propicia la flexibilidad cognitiva (capacidad de considerar otras perspectivas o puntos de vista) Sin duda, este beneficio es vital para un buen afrontamiento del enojo.
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Cambia la ira por las sonrisas: El enojo puede transformarse sonriendo, este ejercicio puede ser acompañado de respiraciones mientras sonríes, pues al hacerlo la cara empezará a relajarse y la ira disminuirá.
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Evita descargar la ira golpeando objetos: Existen muchas prácticas de desahogo, sin embargo, según algunos terapeutas el golpear o destruir objetos solo lo hacen las personas inestables. Además, esto no ayudará en nada pues el sentirse mejor tras golpear un objeto solo durara un par de minutos y luego surgirá nuevamente el sentimiento de ira con la diferencia que ahora también sentirás cansancio por destruir objetos.