A walk in the clouds

Al llegar al Auberge du Soleil, la primera sensación del visitante es haber descubierto el cielo. Hacia el frente, impresionantes vistas de las verdes montañas, y a los pies del hotel, adorables viñedos donde al atardecer, con la puesta de sol, las uvas se convierten en oro. ¿Qué más se puede pedir? Esta fascinante casa de campo de arquitectura europea, con techos inclinados, cálidas vigas de madera y chimeneas en cada una de sus 50 habitaciones, es el mejor lugar para escapar de la rutina. Y por si fuera poco, su fabuloso spa con tratamientos resumidos en cuatro categorías: Valley (barro y minerales), Grove (aceite de oliva), Garden (hierbas y flores), y Vineyard (semillas de uva).

Como en la mayoría de los hoteles en los viñedos de California, el Auberge du Soleil es también un lugar para comer y beber. Y es que como es de esperarse, la selección de vinos de su restaurante es espléndida. Explorar sus alrededores es un deber. Si tienes poco tiempo y deseas captar la verdadera esencia de Napa Valley, un paseo a bordo del Wine Train es una estupenda opción. Este tren construido en 1952, y totalmente restaurado, recorre los históricos viñedos de Santa Elena. Tres intensas horas de viaje son más que sufi cientes para sumergirse en el fascinante mundo del vino. El tren cuenta con un vagón de cata y un vagón-cocina, donde un equipo de casi quince cocineros, dirigidos por el chef Kelly Macdonald, preparan verdaderas delicias culinarias.

TODOS A BORDO IMPERDIBLE
Desde el aire. No te pierdas la oportunidad de realizar un viaje a bordo de un globo aerostático. Diferentes compañías brindan este servicio, con increíbles recorridos sobre los viñedos y las praderas. Puro sabor. Además de los platillos del Auberge du Soleil, la exclusiva cocina de The French Laundry, el restaurante cinco estrellas del célebre Thomas Keller, es un must.