No lo dejes morder piedras o palos
Las piedras con aristas producen heridas y desgarros en su garganta, estómago e intestinos. Las piedras lisas pueden provocar obstrucciones importantes, la acumulación de piedras o arena provoca grandes problemas digestivos, capaces de terminar con la vida de nuestro querido perro.Lo mismo sucede con los palos, al masticarlos las astillas pueden provocar graves problemas en su boca, garganta e intestinos. Seguramente has visto que en algunas ocasiones defecan trozos de palos tras haber estado jugando con uno.
No le pongas collares a la garganta
El cuello de tu perro es mucho más delicado de lo que crees. Al igual que nos sucede a los humanos, por esta zona de su anatomía transitan nervios, arterias, se encuentra el esófago y la tráquea, la glándula mandibular, la tiroides, existen nódulos linfáticos y se localizan las vértebras cervicales.También te puede interesar…
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Se trata de una zona muy sensible que puede ser sometida a continuos tirones y presiones, como los que se ejercen sobre ella, si al peludo no se le ha enseñado a pasear y lleva un collar los efectos secundarios pueden ser bastante graves, como: dolores articulares, aumento de la presión intraocular, hernias, dolor crónico y hasta problemas comportamentales.
No le des comida de humano
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