Enero. Millones de personas en busca de auxilio en Google unidas por un tema en común. “¿cómo perder peso rápido?”. La mayoría de personas se sienten culpables por comer demasiado en las fiestas, o no haber cumplido sus resoluciones del año anterior y entonces buscan enmendar todo en un mes. Si me sigues en redes sociales sabrás que yo no creo en las soluciones mágicas o rápidas, porque pues las he probado todas (o casi todas) y nunca me funcionaron a largo plazo.
A continuación, algunas de esas “fórmulas” más comunes y porque no brindan los resultados esperados:

1. Comer menos: La mayoría de personas comen muy poco (aunque no lo creas) y esto hace que sus cuerpos reserven la energía almacenada “por si acaso.” Tu cuerpo entra en lo que se llama “fight or flight” (pelea o corre) y se activa tu sistema simpático, tus alertas de estrés y literalmente dice “mejor guardo esto para otro día.”
Adicionalmente, estudios han demostrado que al recortar en exceso las calorías diarias el resultado es una ralentización del metabolismo, desembocando en un menor gasto calórico. Por así decirlo, el cuerpo se adapta a la nueva situación, poniendo en marcha una serie de mecanismos de defensa que evitan perder más grasa.
De hecho, esta es la razón por la que se produce el conocido ‘efecto rebote’, ya que todo exceso calórico se almacenará de forma más fácil como grasa.

2. No desayunar: Saltarte un tiempo de comida hace que tu hambre en el almuerzo o a media mañana sea voraz entonces terminas comiendo más de lo que hubieses comido si hubieses desayunado. Cuando comes según tu escala del hambre, tu cuerpo adapta su señal de apetito/saciedad y comes solo lo que necesitas.

3. Hacer más ejercicio: Cuando haces más ejercicio del que puedes o del que necesitas tu cuerpo automáticamente pide más energía (es decir, calorías = comida) y si no alimentas tu cuerpo de acuerdo a esa nueva necesidad energética (especialmente si comes poco y te saltas comidas) entras nuevamente en modo reserva. Además de que comienzas a deteriorar tus tejidos, elevar tu nivel de cortisol y terminarás exhausta. Esta combinación jamás te ayudará a perder peso.

Entonces, ¿qué es lo que SI funciona? No hay una fórmula secreta general, porque tú eres única y especial. Lo que si puedo decirte es que si inicias con una acción pequeña y sostenible para ti en pos de la meta de perder peso y la haces consistentemente todos los días, verás resultados sin mucho esfuerzo, sin sentirse como castigo y con un mayor nivel de satisfacción.
Ejemplo: Agregar un puño de vegetales a cada tiempo de comida. (Esto te mantendrá saciada por más tiempo, la fibra mejorará tu digestión y te proveerá de mayor energía, mejorarás tu piel, obtendrás vitaminas, minerales y fitonutrientes y hasta controlarás tus antojos. ¡Cuántos beneficios en una una sola pequeña acción!)

También te aconsejo eliminar de tu vocabulario algunos términos que tu cerebro interpretará de forma errónea. Cuando te colocas ABSOLUTOS (no desayunaré/cenaré; no comeré pan; cero postres para mi; tengo que hacer ejercicio todos los días por 1 hora) o utilizas la palabra TENGO QUE, tu cerebro toma esto como un castigo. ¿Te gustan los castigos? A tu cerebro tampoco. Entonces, por eso es que dejas esa meta absoluta al poco tiempo.Mientras que, cuando trabajas de poco en poco, con lo que puedes hacer en lugar de lo que debes hacer, y lo disfrutas, tu cerebro no lo siente como castigo y lo que hace es querer más de eso que ya le has demostrado que puede lograr.
Por ejemplo: en lugar de decir “tengo que hacer ejercicio de lunes a viernes por una hora” puedes comenzar con “haré 10 minutos de ejercicio los lunes a las 6:00am”.
Una vez que cumples esa meta pequeñita por 2 semanas, agrégale algo más retador (pero que estés 100% segura de poder cumplir) y así irás logrando tus metas.

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Melissa Fortín
Coach de Nutrición Certificada, Entrenadora Personal con especialidad en Sueño, Descanso y Manejo de Estrés
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