Emilia fue trasladada a un centro médico y después de un escáner cerebral descubrió que había sufrido una ruptura arterial en el cerebro que mata a un tercio de la gente que las padece, el tratamiento le provocó a Emilia una afasia que causa problemas en el habla.
Pese a la noticia Clarke decidió someterse a una operación que no fue sencilla y no estuvo exenta de problemas, según los profesionales, el procedimiento había fallado causándole una terrible hemorragia, para lo que tardo meses recuperarse.
Sin embargo ante el estreno de la octava temporada, Clarke agradece estar saludable y entera para poder disfrutar el final de la saga que la hizo famosa. Además, de poder estar involucrada con una fundación que colabora con personas que se recuperan de lesiones cerebrales.