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Leche de coco para el cabello: ¿Cómo prepararla y aplicarla?

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¡Di adiós al cabello seco, débil y quebradizo!

03/nov 2020

La leche de coco suele estar incluida en muchos productos de belleza como desodorantes, cremas hidratantes, shampoo, acondicionadores, entre otros. Esto se debe a todos los nutrientes que contiene pues ofrece excelentes beneficios.

Tiene la capacidad de lograr penetrar todas las fibras del cabello. Además de eso, contiene calcio, fósforo, magnesio, selenio y vitaminas b y c por lo que es una excelente opción para nutrir a profundidad.

¿Cómo preparar leche de coco para el cabello?

A pesar de que muchos productos contienen leche de coco, la mejor opción siempre será prepararla en casa, pues resulta ser mucho más saludable ya que no contendrá conservantes ni azúcares.

Lo único que necesitarás es una taza de pulpa rallada de coco maduro y dos tazas de agua tibia, luego deberás licuar todo y una vez hecho esto solo queda colar el líquido en un colador muy fino para que no queden residuos del coco.

¿Cómo aplicar la leche de coco en el cabello?

Este ingrediente ayudará mucho a quienes tienen el pelo maltratado. Por eso, te mostraremos todos los pasos que debes seguir para conseguir renovar y revitalizar tu melena en cuestión de semanas.

Lo primero es lavar tu pelo, asegúrate de utilizar un shampoo para cabello dañado y maltratado, estos normalmente son más hidratantes.

Foto: Revista Estilo

¡Es fácil!
Una vez que enjuagues tu cabello puedes iniciar a verter un vaso de leche de coco directamente por toda tu melena, procura que todos los mechones queden muy bien impregnados.

Masajea todo el cuero cabelludo en movimientos circulares durante dos minutos, deja la leche de coco en el pelo durante cinco o diez minutos más, luego enjuaga con abundante agua. Finalmente, peina tu cabello y sécalo con una toalla pero sin hacer movimientos bruscos.

Después de seguir todos los pasos notarás que tu cabello estará más brillante, suave y con un increíble aroma a coco. Puedes repetir este procedimiento por lo menos dos veces a la semana.

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